lunes, 17 de noviembre de 2014

HIROSHIMA, MON AMOUR

O PORQUÉ NO LANZARON LA BOMBA ATÓMICA MIENTRAS RODABAN EL FILM.
Hablar de la Nouvelle Vague, continuar con arquitectura japonesa metabolista, y terminar con una diosa del Olimpo, parece un batido imposible, pero te vamos a sorprender, si nos sigues verás que todo se enlaza con fluidez. Sí, intentamos en su momento ver Hiroshima, pero el esfuerzo nos puso al borde de un ictus. Pretenciosa, lenta, intelectual a la manera francesa, es decir, incomprensible, los flashbacks desconcertantes... Si quieres ir de cinéfilo es imprescindible que te memorices los diálogos. Lo dicho: porque Little Boy no explotó mientras la filmaban. Cumple la regla de oro del crítico pedante, cuanto más indigesta es más elogios se lleva, con esa funesta manía de retorcer las palabras y las imágenes creyendo que así se conquista el paraíso. Con Alain Resnais de director y Marguerite Yourcenar de guionista, se llevaron una Palma de Oro en 1959, o más bien una Plasta de Oro. Si habéis intentado deglutir Memorias de Adriano, sabréis de que hablamos. Pero si hemos hablado de esta película es por ella: Emmanuelle Riva, bellísima, buenísima,
cuyo camino se cruza en Cannes  con otra Palma de Oro y con nuestra Afrodita o Hera o Artemisa o Selene o como la queráis llamar. No, Zeus no merecía estar en el trono, sino ELLA.
La chica de los ojos grises o azul hielo,
todavía no lo sabemos.
Por cierto, que guapas estaban las niñas en los primeros sesenta en los que hubo una mezcla exitosa de glamour, estilismo, buenos fotógrafos y bombones rellenos con dulce de leche, que pensamos no se ha vuelto a repetir.
Yvonne

Furneaux
Y no somos precisamente unos nostálgicos, pero hasta la llegada del verano del amor en 1967 y sus hippies, el nivel estuvo muy, muy alto. Y también salvamos de Hiroshima un edificio firmado por el arquitecto que dirigió su reconstrucción y utilizó el hormigón visto dando forma al metabolismo japonés, Kenzo Tange, cuyo Parque de la Paz, aparece en este film.

Kenzo Tange en Hiroshima
¿Que es el Metabolismo japonés?
Pues eso, Metabolismo. Kenzo en Tokio.
Y Kenzo fue maestro de Arata Isozaki del que hay varias obras en España, pero no de las mejores, y aquí os mostramos dos, una más espectacular y otra más íntima, un edificio de convenciones, y en pleno casco antiguo de una pequeña ciudad de leyenda y pasión "rossa" una biblioteca que invita a entrar y no salir jamás. Dónde están es asunto vuestro descubrirlo. 

Seguimos intentando descubrir que hay detrás de las sombras en la caverna, buscando en  los 10 libros de Vitruvio  la perfección en las proporciones (femeninas) y nos arrodillamos ante la divinidad que extendió su mano y nos dio el aliento.


Todo esto ha surgido de un raro cóctel de cine, un libro sobre las 100 mejores películas, otro sobre urbanismo, 1959, Enola Gay de OMD, una camiseta,  y haber comprendido a estas alturas que somos mortales. 

Einstein sobre Little Boy


"LITTLE BOY"
Los americanos y su gran sentido del humor.